
INTERVENCIONES
Espacio Azul
Este Servicio, asociado a la Fundación Lovaas, va dirigido a niños y adolescentes con Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) o problemas de conducta. Es una intervención intensiva e individual que actúa sobre todas las áreas del desarrollo que se vean afectadas.
Este tipo de intervención se inicia en las instalaciones de Abancem y en el momento en el que el alumno está preparado (cuando la evaluación conductual lo respalada), la intervención pasa a ser combinada. Esto significa que se mantienen algunas sesiones en el centro y se incorporan otras en entorno naturalizado (domicilio, escuela, comunidad, etc.). Así podemos trabajar la generalización de las diferentes habilidades y contextos.
Nuestras intervenciones van desde las 5 horas a las 20 horas semanales, logrando así un mayor impacto en la intervención y en la calidad de vida de las personas diagnosticadas y sus familias.
¿Qué beneficios tiene iniciar la intervención en el centro?
Permite establecer la estructura de trabajo y contingencias conductuales de manera más ágil, tener mayor control del ambiente, disponer de todo el equipo, proporcionar y poder elegir entre gran variedad de reforzadores, entre otros. Todos estos aspectos van a hacer posible que la posterior generalización sea más rápida y consistente.
Espacio Naranja:
Con el objetivo de trabajar las habilidades sociales e incorporar aquello trabajado en las sesiones individuales, en Abancem ofrecemos intervenciones en grupo formados por dos o tres integrantes. El criterio de formación de los grupos es clínico, basado en el nivel de habilidades y perfil de cada estudiante.
Al inicio de la formación del grupo se establecen objetivos tanto individualizados como grupales (favoreciendo así la cohesión del mismo y el trabajo en equipo). La revisión periódica de estos objetivos nos permitirá comprobar los avances tanto del grupo en su conjunto como de cada uno de los estudiantes.
Se trata de una intervención que combina una sesión de 2 horas de trabajo individual con una sesión de 1h 30 minutos de trabajo grupal, ambas con frecuencia semanal.
Esta combinación nos permite trabajar las dificultades que puedan ir apareciendo de manera más concreta y adaptada a las necesidades de cada caso.
Esta modalidad puede ser complementaria a la intervención individual y se recomienda para aquellos estudiantes que en su programa individualizado han adquirido ya ciertas habilidades prerrequisitas para poder empezar a beneficiarse de una intervención con iguales.
Espacio Blanco:
Este servicio está destinado a niños y adolescentes que presentan dificultades de aprendizaje específicas.
Se lleva a cabo en el centro y se contratan de manera aislada o con bonos pudiendo, así, trabajar sobre dificultades puntuales y/o prolongadas en un periodo de tiempo.
Al igual que en las intervenciones anteriores, y siempre dentro del marco del ABA, nuestra principal herramienta de trabajo es el reforzador positivo, creando un entorno altamente motivador e individualizando la intervención a las necesidades de cada alumno.
El objetivo principal es poder dotar al estudiante de las herramientas necesarias para que pueda gestionar autónomamente su propio proceso de aprendizaje.
Siempre que es necesario proponemos coordinaciones con los centros escolares para poder consensuar los objetivos de trabajo y asegurar la correcta generalización de estos al contexto educativo.
Fases comunes de las
intervenciones:
01
EVALUACIÓN HABILIDADES INICIALES
Al inicio de la intervención, es necesario hacer una evaluación de las habilidades iniciales del niño o adolescente. Esto nos permite situarlo en el punto exacto de su desarrollo para poder establecer los objetivos de trabajo.
02
SESIONES CLÍNICAS
Además de las evaluaciones semestrales, también se llevan a cabo supervisiones en las que se valora, con datos cuantitativos, el rendimiento, los avances y las dificultades con los que nos vamos encontrando día a día y se establecen las pautas necesarias para, poco a poco, ir avanzando en la adquisición de nuevas habilidades.
En las supervisiones se pautan los objetivos a corto plazo que nos permiten alcanzar los objetivos propuestos en la evaluación inicial.
La frecuencia de las supervisiones se establece en función del número de horas de intervención.